martes, 22 de enero de 2013

XIV SALIDA BELLVEI

De sobras es conocido los increíbles cambios de estado de ánimo entre los pericos, y en muy breve espacio de tiempo, dependiendo de algunos factores. Y en ocasiones de tan solo uno.
Sin ir más lejos. ¡Qué diferencia entre el primer equipo de principios de temporada y el de ahora! Antes no salía nada, ahora casi todo. Había nervios, ahora seguridad. Se producían errores en momentos cruciales, ahora se amarran los partidos. El equipo estaba perdido, ahora van enchufados. Los árbitros nos tomaban por el pito del sereno, ahora...Bueno, ésto no ha cambiado mucho. Sigamos.
Algo parecido ocurrió este domingo 3 de febrero.

11:30 Concentración de Pericos Moteros a punto de iniciar su XV Salida, por primera vez frente a la flamante Estatua de Homenaje a la Afición del R.C.D. Espanyol. Se trata de la ya clásica Calçotada perico-motera en Bellvei (Tarragona). Ahí se encuentra el grueso de los participantes de la Salida. Y ahí se empiezan a percibir los primeros síntomas de "euforia" (como lo que explicábamos del primer equipo, pero al revés). "Hoy voy a reventar a calçots" exclama uno. "Me voy a comer 20", dice otro. "Yo, 30". "Y yo el doble". "Pues yo el triple". "¡Embusteros!" se oye de lejos. Como el mismo Espanyol...Mmmmhhhh. Error.
13:00 Llegada por la carretera de l'Ordal al Restaurant Olímpic de Bellvei donde nos esperan sus propietarios Joan, Teresa y su familia, pericos de pro, con toda la logística preparada y una gran bandera del Espanyol ondeando al viento en el exterior que delataba, pese día radiante, el fuerte viento que soplaba en esta bella localidad del Baix Penedès.
Los actos de exaltación espanyolista aumentaron. La alegría de encontrarse en el Olímpic con el resto de pericos venidos de otros puntos de Catalunya y la importantísima victoria del día anterior frente al Levante hizo aumentar aún más la euforia y la supuesta capacidad de ingerir calçots de algunos asistentes.
El terror planeaba sobre el local.
14:00 Después de la multitudinaria foto de familia frente al Olímpic, los más de 70 asistentes, entre los que se encontraba la Vicepresidenta de la F.C.P.E. Araceli Pérez, numerosas peñas amigas y los periodistas José Sánchez de La Grada y José Manuel Oliván de Radio Marca, se acomodaron en sus puestos dispuestos a disfrutar de los manjares que estaban a punto de servirse.
Las risas aún eran visibles. Aún se escuchaban frases de gallardía...Y comenzó el horror.

El amigo Joan y su familia empezaron a sacar platos y bandejas con aperitivos y calçots. Los primeros instantes de euforia y confusión fueron aprovechados hábilmente por Carmen para iniciar las tareas de renovación de carnets de socios de la peña (ya son 69 socios, la mayoría también socios de Club y de otras peñas) siendo la única persona consciente de lo que estaba a punto de ocurrir.
Los calçots seguían apareciendo sin cesar. Parecía que se multiplicaban. Las caras de los asistentes empezaban a cambiar. Empezaban a generarse dudas. Pero seguían saliendo calçots. Sin parar. Aquellos que se jactaban de poder ingerir tropecientos calçots ya no podían ni articular palabra. Sus rostros habían cambiado de color. Cuando todos eran plenamente conscientes de la situación ya era demasiado tarde. Pero la pesadilla se agravó. ¡Apareció la carne! (La de comer).
Bandejas y platos repletos de butifarras, mongetes, patatas, panceta, morcilla,.pollo...Pero no podían huir. Porque nadie se podía mover. Ya no se podía hacer nada. El pánico era general. Solo los más pequeños (generalmente más listos y cautos que los adultos) se desenvolvían con soltura por el restaurante.

Por suerte, Joan y su familia estaban ahí, al quite, viendo que la situación se les iba de las manos, y con su habitual cariño y amabilidad, empezaron a servir los cafés para intentar reconducir la angustia colectiva.
Ya con más calma y con sonrisas renovadas entre los allí presentes, el Presidente de la Peña, Alberto Ariza, aprovechó para agradecer a todos la presencia y la hospitalidad de los propietarios del Olímpic, haciéndole entrega a Joan del carnet de Pericos Moteros, junto al precioso pastel conmemorativo y en medio del brindis por la buena marcha del Espanyol y por todos los pericos.
En fin, amigos. Como habéis pidido comprobar es asombroso como puede cambiar el ánimo de los pericos en un solo día.
Pero por suerte, como casi todo en nuestro Club, acabando con un final feliz.
Como el mismo Espanyol...

 

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